Por Javier Llerena
En
Andalucía, sobre todo en el litoral gaditano el ir a la playa es todo un
ritual. La jornada de playa suele comenzar un día antes, me explico, solemos
marchar al supermercado más cercano para preparar la mochila: bebidas, bocadillos, cervezas, refrescos, agua, zumos… Todo muy frío y bien almacenado en la nevera
de playa. No puede faltar el indiscutible protagonista de la playa, el también conocido como el elixir del verano y
no es otro que el tinto con casera blanca. La comida que más predomina en las
jornadas playeras son los bocatas, fruta
fresca, tortillas de patatas, pimientos fritos o asados, filete de pollo empanado,
aceitunas…. Para los más cómodos y sibaritas decir que existen chiringuitos
donde por pocos euros podéis dar buena cuenta de todos estos manjares. Comerse
un pescadito a la plancha con una buena ensalada en la terraza del chiringuito es un placer difícil de
describir, pero el saborear un bocata de tortilla con un buen refresco cerca de
la orilla de la playa no tiene precio.
Recomiendo
marchar por la mañana temprano, sobre las diez de la mañana, cogeremos un buen
aparcamiento. Todo se puede transportar en el maletero del coche: sillas, mesas,
sombrilla, nevera de playa, protección solar, toallas y ganas de pasarlo bien… Lo
demás lo descubriréis sobre la marcha.
La playa de Camposoto o del Castillo como se
denomina oficialmente, es una de las mejores playas del litoral andaluz, por
extensión de España y no me quedaría corto afirmando que del mundo. Se encuentra
situada en el parque natural de la Bahía de Cádiz, es una de las más limpias y
vírgenes del litoral y desde hace varios años consecutivos es Bandera Azul de
los mares de Europa (distintivo de calidad).
Playa arenosa de color blanca, con un magnífico sistema dunar que se extiende
desde el Castillo de Sancti Petri, lugar denominado Punta del Boquerón, hasta
el río Arillo. Sus aguas son tranquilas, limpias, claras y sobre todo no son
nada peligrosas. Lo más grave que puede ocurrir es el típico despiste del
bañista que no sabe donde dejo su suegra (con el correspondiente enfado de su
mujer) imagínense la tranquilidad que eso supone.
Su paisaje, sobre
todo en bajamar constituye un foco de atracción único, especial y singular.
Posee un atractivo turístico de gran valor así como un magnífico lugar de esparcimiento y
recreo para los visitantes y vecinos de San Fernando.
Encantado de poder servirles, un saludo,